Diferencias entre los sistemas de frenado del vehículo
Frenos de disco, de tambor o incluso “de emergencia”. Los sistemas de frenado del vehículo son fundamentales pero, ¿son todos igual de eficaces?
29/03/2019
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Antes de responder a nuestra propia pregunta del encabezado, debemos indicar que indiferentemente del sistema que posea nuestro vehículo, unos frenos en perfecto estado nunca nos deben fallar, por lo que el sentido de saber sobre los diferentes sistemas de frenado del vehículo es más un asunto de conocimiento y de la posibilidad de que, dado el momento de cambiar de coche, podamos elegir el sistema si es que dudamos entre diferentes modelos.
Eso no quita que haya sutiles y no tan sutiles diferencias como para que se pueda afirmar que un sistema pueda ofrecer una mejor eficacia que otro, o que incluso se tengan en cuenta mejoras a la experiencia de frenada. Lo que es seguro que, si realizamos el correcto mantenimiento a nuestro sistema de frenada, independientemente de si realizamos un cambio de discos en La Rioja o un cambio de pastillas en talleres mecánicos de Tenerife, nuestro coche responderá como se espera de él. En caso contrario, directamente deberíamos considerar no usar el vehículo.
Una vez dicho esto, ¿qué diferentes sistemas de frenado del vehículo encontramos y cuáles son sus características principales?
Diferentes sistemas de frenado del vehículo: características y particularidades
Sistema de frenos de tambor
Tienden al desuso por contar con un sistema más arcaico, lo cual no quita que en vehículos de cierta antigüedad y en ciertos modelos de nueva producción donde se abaratan costes sigan contando con esta tipología (aunque en el caso de los nuevos modelos, solo en la tracción trasera).
Su funcionamiento consiste en un gran cilindro que gira a la par de la rueda y que, al pisar el pedal de freno, mediante un sistema de resortes metálico lo presiona para que el roce con la rueda la detenga.
El motivo por lo que se considera un sistema anticuado es que se trata de un sistema más complejo que el habitual en cuanto al número y tamaño de las piezas, pese a que requiere escasa refrigeración y ofrece una mayor eficacia a mayor superficie que dispongan.
Sistema de frenos de disco
Es el más habitual de los sistemas de frenado principal y el que incorpora los nuevos modelos de forma generalizada. Esto es debido a que se consideran los más eficaces y más versátiles, en cuanto cuentan con muchas más variantes que mejoran su funcionamiento.
Funcionan de forma que, al pisar el pedal de freno, un par de pastillas que se encuentran sobre el disco ejercen presión sobre éste, gracias a que el líquido de freno presiona sobre unos pistones que mueven las pastillas. La intervención de todos estos elementos permite que podamos controlar con mayor precisión y con menor brusquedad la frenada.
¿Son todos los sistemas de freno de discos iguales? No. Encontramos principalmente 4 categorías que permitirán diferentes optimizaciones del funcionamiento de la frenada:
- Discos flotantes con pinzas fijas: permiten que la deformación del disco por la presión ejercida (y por la que hay que revisarlos aproximadamente en torno a los 30.000 km) sea mucho menor, así como permitir una menor acumulación de suciedad y mayor ligereza que mejoran la capacidad de frenada.
- Discos ranurados con pinzas fijas: cuentan con hendiduras en la pastilla que evacua la suciedad de forma aún más eficaz que los discos flotantes, lo cual los hace especialmente interesantes para conducciones en condiciones meteorológicas adversas. No obstante, se desgastan con mayor rapidez, por lo que no se suelen usar de forma habitual en modelos utilitarios (sí en modelos deportivos).
- Discos fijos ventilados con pinzas fijas: permiten una mayor refrigeración a la par que giran, evitando el denominado como alabeado del disco (doblez constante que hace que se deformen y pierdan firmeza), gracias a que las ranuras de su interior hacen que el aire circule de dentro hacia fuera.
- Discos ventilados con pinzas flotantes: las pinzas flotantes, al contrario que las fijas que dependen de entre 6 y 8, solo cuentan con un pistón, lo cual abarata el coste y mantenimiento pero resulta menos eficiente en el contacto, además de resistir peor las altas temperaturas.
Diferentes sistemas de frenado del vehículo: sistemas auxiliares
Cabe considerar otros sistemas que, aunque no se traten de piezas que permitan directamente la frenada en el caso de activar el pedal, asisten o permiten el frenado en caso de necesidad.
Es el caso del ABS, obligatorio desde 2004 en los nuevos vehículos europeos. Consiste en un sistema antibloqueo de ruedas cuya finalidad es que la fuerza de la frenada varíe para evitar que los neumáticos resbalen con el suelo.
No se trata de un sistema basado en la mecánica, sino en la electrónica, ya que se activa mediante un sistema de computación que controla mediante sensores las ruedas para que no se bloqueen. Su funcionamiento por tanto es automático.
En la misma línea y con similares características encontramos el Control de Estabilidad ESP, que permite el frenado de cada rueda de forma individual en situaciones de riesgo, como por ejemplo que una única rueda entre en contacto con una placa de hielo situada en una curva.
Este sistema puede contar además con mayores funcionalidades adicionales como el control de ascenso de pendientes (que evita el retroceso al reanudar la marcha en pendientes) o el secado de los discos de frenos.
Más tradicional y mecánico es el sistema auxiliar por antonomasia desde hace décadas, que no es otro que el freno de mano, que permite una frenada inmediata (y brusca) que se activa mediante el uso de la palanca que tensa un cable que bloquea automáticamente las ruedas. Su uso más cotidiano no es de emergencia, sino el bloqueo cuando está el coche estacionado o parado en pendiente.
Por último, te puedes llegar a preguntar si, en caso de contar con un sistema de frenado del vehículo u otro, puedes cambiarlo en tu taller de confianza, sobre todo si se trata de un sistema de frenada mediante tambor.
La respuesta es sí, pero requiere de piezas homologadas que deberán ser aprobadas para poder pasar la ITV y, en cualquier caso, se trata de un proceso que por la seguridad y complejidad que requiere, solo debe hacerlo un mecánico profesional.
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